“El paisaje es un estado de la conciencia”. Como resultado de la interacción entre el género humano y el medio, la historia de las sociedades es la historia de la transformación del medio, de la adaptación mutua entre la especie humana y el lugar. El asentamiento, como expresión de la elección del ser humano, termina suponiendo una relación humanidad-medio no siempre afectuosa. En el caso de Segovia, la mutua adaptación a través de los siglos ha terminado consolidando una relación más de amor que de odio: la capacidad del ser humano para destruir aquí no se ha manifestado en toda su virulencia, sino más bien su capacidad constructora. Segovia hoy refleja a la perfección ese estado de conciencia que definía Unamuno en las diferentes épocas.
“En la visión que el viajero se forma de Segovia, rebullen en caos magnífico todos los monumentos de la ciudad. La mente se llena de palacios, capillas, arcos, capiteles, rejas, ventanas, torres, retablos… La imaginación, deslumbrada, en horas de recuerdo va de una maravilla a otra. No podemos poner pronto orden y sosiego en la admiración”. Azorín
En diciembre de 1985, la UNESCO incluyó a la antigua ciudad de Segovia y su acueducto romano en el listado de Ciudades Patrimonio por la belleza de su enclave, de su entorno, de sus edificios, arboledas y calles. Sin embargo, la ciudad va más allá de lo físico, pues el elemento humano, el que la ha creado y que ha sido parte de ella, no se ve y, sin embargo, es la esencia misma de la ciudad.
El Ayuntamiento de Segovia es el órgano gestor del Bien “Ciudad Vieja de Segovia y su Acueducto” en cuanto que se trata de una realidad urbana (Paisaje Urbano Histórico) y que su solicitud para la inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial fue realizada desde la Corporación Municipal. Los objetivos estratégicos marcados por la Concejalía de Patrimonio Histórico para dar cumplimiento a los deberes de conservación del Bien se agrupan en las cuatro líneas siguientes:
No puede dejar de considerarse aquí la capacidad del Patrimonio de la Humanidad en cuanto motor que puede fomentar la resiliencia de los pueblos y las comunidades frente a amenazas como la pandemia que estamos padeciendo. La contribución del Patrimonio Mundial a la recuperación, transformación y resiliencia de una ciudad como Segovia es clave para el futuro de la ciudad, siendo parte esencial de la respuesta a los impactos negativos de la COVID-19 y como elemento aglutinante de los esfuerzos sociales por ser signo de identidad, reconocido por la ciudadanía.
C/ Judería Vieja, 12
40001 Segovia
